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Buenas prácticas y tecnología para una producción porcina sostenible

Buenas prácticas y tecnología para una producción porcina sostenible

05 de junio de 25 - Noticias

El sector porcino español ha experimentado una notable evolución en las últimas décadas, consolidándose como uno de los pilares fundamentales de la economía agroalimentaria de nuestro país. Sin embargo, este crecimiento ha traído consigo desafíos medioambientales significativos, especialmente en lo que respecta a la gestión de los purines y las emisiones contaminantes. Ante esta realidad, el sector ha adoptado un enfoque proactivo, implementando prácticas y tecnologías que buscan minimizar su huella ecológica y promover una producción más sostenible.

Gestión sostenible de purines

Los purines, resultado de la mezcla de excrementos y orina del ganado porcino, representan uno de los principales retos medioambientales del sector. Su manejo inadecuado puede derivar en la contaminación de suelos y aguas, así como en la emisión de gases nocivos como el amoníaco.

Para abordar este desafío, se han desarrollado diversas estrategias centradas en la valorización y tratamiento adecuado de estos residuos. Entre las prácticas más destacadas se encuentran:

  • Separación sólido-líquido: Este proceso permite dividir el purín en una fracción sólida rica en materia orgánica y fósforo, y una fracción líquida con alto contenido en nitrógeno amoniacal. Esta separación facilita un manejo más eficiente de este subproducto, adaptando su aplicación agrícola a las necesidades específicas del terreno y reduciendo el riesgo de contaminación por escorrentía o lixiviación.
  • Acidificación de purines: Esta técnica consiste en reducir el pH del purín, lo que disminuye la volatilización del amoníaco y, por ende, las emisiones al ambiente. Además, mejora la eficiencia del purín como fertilizante, al conservar mejor el nitrógeno.
  • Tratamiento biológico: Mediante la introducción de bacterias específicas, se favorece la descomposición de la materia orgánica, reduciendo olores y mejorando la calidad del purín como fertilizante.
  • Aplicación en bandas: Esta técnica de esparcimiento del purín en el campo minimiza la exposición al aire, reduciendo significativamente las emisiones de amoníaco en comparación con métodos tradicionales como el abanico.

Estas prácticas no solo contribuyen a la protección del medio ambiente, sino que también ofrecen beneficios económicos al mejorar la eficiencia en el uso de nutrientes y reducir la necesidad de fertilizantes químicos.

separador purines
La separación de purines facilita el manejo de este subproducto ganadero. Foto: Rotecna.

Implementación de Mejores Técnicas Disponibles (MTD)

La adopción de las Mejores Técnicas Disponibles (MTD) se ha convertido en una herramienta clave para la sostenibilidad del sector porcino. Estas técnicas, definidas en la Decisión de Ejecución (UE) 2017/302, buscan reducir las emisiones contaminantes y mejorar la eficiencia en el uso de recursos.

En España, el Real Decreto 306/2020 establece la obligatoriedad de implementar MTD en granjas porcinas intensivas con capacidad superior a 120 Unidades de Ganado Mayor (UGM). Entre las MTD más relevantes se incluyen:

  • Alimentación multifase con bajo contenido proteico: Ajustar la dieta del ganado según su fase de crecimiento reduce la excreción de nitrógeno, disminuyendo las emisiones de amoníaco.
  • Evacuación frecuente de purines: La retirada regular de los purines de las fosas de alojamiento minimiza la producción de gases contaminantes.
  • Cubrición de balsas de almacenamiento: Evitar la exposición directa de los purines al aire reduce significativamente las emisiones de gases.

Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el 75% de las granjas porcinas han implementado estas técnicas, reflejando el compromiso del sector con la sostenibilidad.

Innovación tecnológica al servicio de la sostenibilidad

La tecnología juega un papel crucial en la transformación sostenible del sector porcino. La implementación de sistemas avanzados de monitorización y control permite una gestión más eficiente de los recursos y una reducción significativa del impacto ambiental.

Entre las innovaciones más destacadas se encuentran:

  • Sistemas de ventilación y climatización eficientes: Mejoran el bienestar animal y reducen el consumo energético.
  • Sensores y plataformas de gestión: Permiten el seguimiento en tiempo real de parámetros clave como la temperatura, humedad y calidad del aire, facilitando la toma de decisiones informadas.
  • Tecnologías de tratamiento de residuos: Procesos como la digestión anaerobia o la separación de fases contribuyen a una gestión más sostenible de los purines.

Estas herramientas no solo optimizan la producción, sino que también refuerzan el compromiso del sector con la protección del medio ambiente.

sensorificación granjas porcinas
Los sensores permiten el seguimiento en tiempo real de parámetros clave. Foto: Rotecna.

Comunicación y percepción pública

La percepción social del sector porcino ha estado marcada por preocupaciones medioambientales. Sin embargo, es fundamental destacar los esfuerzos y avances realizados en materia de sostenibilidad.

Una comunicación transparente y basada en datos objetivos es esencial para informar al público sobre las prácticas responsables adoptadas por el sector. Esto incluye la divulgación de informes sobre la implementación de MTD, la reducción de emisiones y las innovaciones tecnológicas aplicadas en las granjas.

Además, fomentar el diálogo entre productores, autoridades y sociedad civil puede contribuir a una comprensión más equilibrada y justa del papel del sector porcino en la economía y el medio ambiente.

Nuevos retos, nuevas soluciones

La sostenibilidad en el sector porcino no es un destino, sino un proceso en constante evolución. A medida que se desarrollan nuevas normativas, surgen expectativas sociales más exigentes y se avanza en el conocimiento científico, también se abren oportunidades para mejorar cada eslabón de la cadena de producción.

El reto ahora es seguir incorporando soluciones que combinen eficiencia técnica, viabilidad económica y responsabilidad ambiental. La optimización en el uso del agua, la reducción de la huella de carbono o la gestión energética serán algunos de los próximos desafíos en los que el sector ya está trabajando.

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