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¿Cómo preparar nuestras granjas del futuro?
08 de julio de 25 - Noticias
Óscar Toledano. Director comercial Rotecna.
La mayoría de los ganaderos nos comentan que sus principales desafíos son la sostenibilidad medioambiental de la actividad porcina, la falta de relevo generacional y mano de obra, la viabilidad económica de las granjas, mantener una buena sanidad animal y los cambios en las tendencias de consumo de carne. Para afrontar con éxito estos retos es fundamental aplicar en nuestras granjas prácticas y tecnologías que nos ayuden a mejorar cada uno de ellos.
SOSTENIBILIDAD
Para minimizar el impacto ambiental de nuestra actividad, debemos reducir la huella hídrica y de carbono, las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) y contaminantes atmosféricos como el amoníaco, y evitar la contaminación de acuíferos por un uso incorrecto de los purines. Para ello es fundamental hacer un uso eficiente del pienso y del agua, maximizar el aprovechamiento de la proteína del pienso por parte de animal, vaciar las fosas de las naves con la mayor frecuencia posible, separar las fases líquida y sólida de los purines, acidificar o tapar las balsas de purines, caracterizar los diferentes nutrientes de los purines y aplicarlos en la dosis adecuada en el momento adecuado, según las necesidades de los cultivos, lo que permite minimizar la evaporación de amoniaco aplicándolo a ras de suelo, enterrado o diluido en agua por fertiirrigación.
Separador sólido-líquido de purines porcinos. Foto: Rotecna.
MANO DE OBRA
Nuestras granjas deben ser atractivas a nivel laboral para atraer y retener talento; las instalaciones deben ser confortables y seguras, y tener un buen nivel de automatización para reducir tanto como sea posible la cantidad de personas necesarias para cuidar de nuestros animales. Hemos de invertir en formación y tener en cuenta que las nuevas generaciones son nativos digitales y se comunican mejor con dispositivos digitales, que además nos permiten controlar y mejorar los diferentes consumos y procesos.
VIABILIDAD ECONÓMICA
Para aumentar la rentabilidad económica de nuestras granjas, nos debemos fijar primero en cuáles son los principales costes, e intentar reducirlos. El principal coste de la producción porcina es el alimento durante la fase de engorde, que supone alrededor del 45% del coste total, por lo que para mejorar los beneficios económicos de los ganaderos es esencial centrarse en disminuir el coste de la alimentación. Se debe reducir el desperdicio de alimento, controlar y maximizar el consumo de pienso para mejorar el rendimiento digestivo y la tasa de conversión alimenticia, adaptar la dieta a las necesidades de los animales en cada fase, mantener las condiciones ambientales dentro de la zona de confort de los animales, y monitorizar y procesar datos de consumo y crecimiento para detectar problemas y áreas de mejora.
El segundo gran coste son los lechones (aproximadamente un 30% del coste total), por lo que el aumento de los nacidos vivos por cerda y la reducción de la mortalidad tienen un efecto muy positivo en el negocio. Las cerdas deben inseminarse en el momento adecuado, y mantenerse en una condición corporal óptima, maximizar su consumo de pienso y agua durante la lactación para aumentar la producción de leche, minimizar la perdida de condición corporal para aumentar su fertilidad y prolificidad del próximo parto, garantizar el consumo de la cantidad necesaria de calostro y maximizar la ingesta de leche de los lechones (utilizando nodrizas si es necesario), dar lactoiniciadores a los lechones en maternidad, tener un período de lactancia suficiente, mejorar la transición de leche a pienso tras el destete, mejorar la transición entre diferentes dietas durante la fase de transición y mantener a los animales en un ambiente adaptado a sus necesidades en cada fase.
El principal coste de la producción es el alimento en el engorde. Foto: Rotecna.
SANIDAD ANIMAL
Respecto a lo que podemos hacer a nivel de granja para maximizar la sanidad animal y minimizar el uso de antibióticos, por una parte, es vital mantener a los animales libres de agentes infecciosos, por lo que es extremadamente importante mantener unos altísimos niveles de higiene y bioseguridad, tanto externa (evitar que entren agentes infecciosos en la granja) como interna (que se cumpla con rigurosidad el todo dentro - todo fuera, y que los flujos de movilidad siempre sean de las zonas más sensibles a las menos sensibles, y nunca al revés). Por otra parte, hay que reforzar el sistema inmune de los animales manteniéndolos en condiciones ambientales óptimas, tanto a nivel de materiales de su entorno, como de ventilación, temperatura, humedad, disponibilidad de espacio y acceso adecuado al agua y pienso.
Además, sabemos que el aumento de bienestar animal, entendido como la reducción de factores negativos, siempre va acompañado de un aumento de la salud y la productividad, por lo que es una muy buena inversión, y no solo no aumenta los costes de producción, sino que los reduce. En cuanto al aumento del bienestar animal vía el aumento de estímulos positivos, los que implican un aumento de la productividad, los puede asumir el productor, pero los costes de los que son inelásticos a la productividad deberían ser asumidos por los consumidores que los quieran pagar.
CAMBIOS EN LAS TENDENCIAS DE CONSUMO
Debemos ser conscientes de la importancia que tiene la percepción de la sociedad sobre la ganadería porcina en muchos aspectos. Los consumidores están cada vez más preocupados por cómo se producen sus alimentos más allá de la seguridad alimentaria, dando mucha importancia al bienestar animal, por lo que deberíamos ir a sistemas que limiten el uso de jaulas y boxes en todas las fases de producción, teniendo a las cerdas en corrales grupales y sueltas, suministrarles de material de enriquecimiento y darles más espacio.
Además del interés por cómo se crían los animales, está la preocupación sobre la huella ambiental de su producción. Tenemos los medios para producir animales con un alto bienestar y de forma sostenible, pero debemos aplicarlos y hacerlo todo lo mejor posible, mejorar la imagen de nuestras granjas para que la gente vea instalaciones modernas y limpias, sentirnos orgullosos de lo que hacemos, compartirlo y explicar nuestra historia, incluso a través de nuestras redes sociales personales. Debemos comunicar de forma proactiva lo bien que lo hacemos y que seguimos mejorando día a día. Así, conseguiremos contrarrestar las campañas contra nuestro sector, que los consumidores sigan confiando en nosotros y que continuen consumiendo carne de cerdo, incluidas las nuevas generaciones.
Una de las claves del éxito de la implementación de ecosistemas digitales es la trasmisión de información en plataformas amigables. Foto: Rotecna.
CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Disponemos del conocimiento y las tecnologías para afrontar todos estos desafíos; si los aplicamos, tendremos un futuro brillante para nosotros y nuestras granjas. De hecho, estamos a las puertas de la cuarta revoluvión industrial, donde la integración de tecnologías digitales y la convergencia de los mundos físico y digital comportarán un importante aumento de la productividad tanto de ganaderos como de nuestro animales.
La automatización y sensorización de los sistemas posibilita captar de forma automática y fiable datos que, integrados en plataformas de acceso común en la nube, permiten no solo acceder y controlar todos los sistemas, sino también procesar cualquiera de los datos generados junto a los de otros sistemas, como los de control de producción y costes. Esto abre múltiples posibilidades para acelerar la mejora continua de la producción basada en el análisis de datos masivos con inteligencia artificial, que hará posible detectar problemas y áreas de mejora, e incrementar la efectividad de procesos, sistemas y equipos, permitan los sistemas automatizados de forma autónoma según su rendimiento.
Una de las claves del éxito de la implementación de estos ecosistemas digitales es la trasmisión de información en plataformas amigables que faciliten la experiencia de usuario y facilite que los ganaderos puedan aplicarlos y sacarles partido. En esta línea se sitúan nuestros últimos lanzamientos, como el sistema de detección de condición corporal por imagen procesada por inteligencia artificial BodyCheck, que permite automatizar la alimentación de cerdas en gestación grupal, y los sensores inalámbricos con comunicación autónoma de temperatura, humedad, CO2, NH3, consumo de pienso y consumo de agua SensoriTronic, que ofrecen la posibilidad de monitorizar estos parámetros y enviar alarmas a nuestro móvil si se produce alguna incidencia.
Además, nuestro departamento de desarrollo de productos actualmente está trabajando en diferentes proyectos para seguir implementando tecnologías fáciles de usar, que continúen mejorando el bienestar y el rendimiento de los animales y facilitando la vida a los ganaderos con los beneficios que ya pronto podrán disfrutar.