Blog
Blog

D. Navarro: “Un sistema de separación de purines es necesario por el importante ahorro económico”
15 de diciembre de 25 - Casos de éxito
Con el objetivo de cumplir las nuevas exigencias ambientales y reducir los costes económicos de la gestión de los purines, los propietarios de la granja Hinaga de Sariñena (Huesca) decidieron invertir en la instalación del separador de sólidos Tecnapur, con el que ya trabajaban en otra granja, e ir un paso más allá con la instalación de un acidificador. David Navarro, responsable de la granja Hinaga, con capacidad para 3.500 madres, nos explica cuál es el trabajo diario que realizan para un correcto tratamiento de los purines y obtener un ahorro económico de hasta un 40% en su gestión.
¿Cuál es el origen de esta granja?
Se trata de una granja de nueva construcción, que se puso en marcha en el año 2023 con capacidad para 3.500 cerdas. Desde 2015 ya teníamos una granja con la misma capacidad en Monzón, y decidimos construir esta para duplicar el número de cerdas.
¿Cómo está distribuida la granja?
Está organizada en tres naves: una primera nave de maternidad, con 25 salas de 36 plazas cada una, con un total de 900 parideras; una segunda nave para la cubrición-gestación; finalmente, una tercera nave donde tenemos la recría, la cubrición y la gestación de las cerdas primerizas.
¿Por qué decidieron instalar en la granja el separador de sólidos Tecnapur?
Creemos que tener instalado en la granja un separador de sólidos como el de Tecnapur supone un importante ahorro económico en la gestión de los purines. Además, desde hace varios años disponemos de un separador en la granja que tenemos en Monzón que nos funciona muy bien, por lo que, cuando construimos esta granja, decidimos instalarlo.
¿Cómo realizan el proceso de tratamiento del purín a través del separador?
Esta instalación consta de tres naves y todas están comunicadas mediante un sistema de extracción de purines por tuberías que van a parar a un pozo de captación en el cual tenemos instalado un sistema de agitación y bombeo que eleva el purín hacia el separador de Tecnapur para realizar la separación sólido-líquido de los purines.
¿Qué hacen con cada una de las fracciones?
La parte líquida que sale del separador se dirige al acidificador de Tecnapur, donde le inyectamos ácido sulfúrico para reducir el pH del purín y fijar así el nitrógeno amoniacal, reduciendo las emisiones de amoniaco a la atmósfera. Después, esta fase líquida se recoge en la balsa de almacenamiento, la cual cuenta con una cubierta flotante de arcilla expandida, donde permanece hasta su gestión final. Directamente desde esta balsa, la fase líquida es bombeada hasta los hidrantes de riego de algunas parcelas del entorno, donde se aplica como fertilizante inyectándola en el sistema de riego por aspersión. Esto nos permite aplicar en cada momento la dosis que requiere el cultivo. La parte de la fase líquida que no se aplica mediante este sistema, así como la fase sólida, son retiradas por un gestor para su valoración como fertilizante en otras superficies.
¿Cuántos metros cúbicos de purín tratan al día?
Con este sistema de gestión de purines, estamos tratando, aproximadamente, entre 150 y 200 m3 de purines al día.
Junto al separador tienen instalado el compactador de sólidos de Tecnapur. ¿Qué ventajas aporta trabajar con estos dos productos?
Por el gran volumen de purines que se genera en esta instalación, decidimos incorporar el compactador de Tecnapur a la salida del separador de sólidos para así poder aumentar el caudal de tratamiento de purines del separador y, además, lograr separar un poco más la parte líquida de la sólida.
¿Qué porcentaje obtienen de fracción sólida y líquida tras la separación?
Respecto al volumen inicial de purines, que son unos 18.000 m3/anuales, conseguimos separar entre un 6-7% de parte sólida, dependiendo un poco de donde nos viene el purín (maternidad o gestación). El resto, un 93-94%, sería la parte líquida que obtenemos tras la separación.
El sistema de tratamiento que tienen instalado cuenta, por lo tanto, con un separador de sólidos, un compactador y un acidificador. ¿Cuáles son los beneficios más destacados que aporta disponer de este modelo de instalación?
Los beneficios de disponer de esta planta son principalmente económicos y ambientales. El transporte de purines con cubas o camiones tiene unos costes muy elevados. En cambio, disponer de un sistema de tratamiento de purines instalado en la granja, nos permite un ahorro de hasta un 40% en el coste económico en la gestión de los purines, lo que supone una amortización de los equipos aproximada en cinco años. Además, hay que tener en cuenta que, para este tipo de granjas, la normativa exige la aplicación de mejoras técnicas disponibles (MTD) para la gestión ambiental de las granjas, entre ellas, técnicas para reducir las emisiones de gases a la atmósfera. Con este modelo de instalación se logra reducir sustancialmente la volatilización del amoniaco mediante la acidificación, así como las emisiones que se producen desde la balsa mediante la cubierta flotante de arcilla expandida. Finalmente, hay que añadir que, al separar la parte sólida, también logramos reducir sustancialmente la emisión de olores, puesto que con la separación se evita la putrefacción de la materia orgánica, que es lo que genera el metano y otros gases que provocan olores desagradables en el entorno.
¿Invertir en un sistema como este es asumible para los ganaderos del sector?
Sí. Además, creo que hoy en día disponer de un sistema de separación de purines es necesario para cualquier instalación de ganadería por el importante ahorro económico que se consigue, además de reducir el impacto ambiental de los purines tras una adecuada gestión.





