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E. Magallón:

E. Magallón: "La carne de cerdo nunca ha tenido tantas garantías"

30 de enero de 20 - Noticias

El veterinario Emilio Magallón nos hace un balance de la situación actual del sector porcino, y profundiza en temas de interés como son la PPA, el uso de antibióticos o la gestión de los purines.

¿Qué valoración hace del sector porcino durante 2019?

Económicamente, 2019 ha sido un año muy bueno, puesto que las exportaciones españolas de carne de cerdo han crecido, fundamentalmente por la expansión de la peste porcina africana (PPA) en China. La falta de carne en el país asiático ha revolucionado los mercados mundiales. Por otro lado, la puesta en marcha en Binéfar del mayor matadero de cerdos de Europa ha favorecido que la caída del precio de la carne de cerdo, que suele darse a finales de año, sea menos pronunciada que en otras ocasiones. Desde el punto de vista productivo, este año el sector se ha enfrentado a problemas patológicos como, por ejemplo, el recrudecimiento de brotes del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS).

Este año, los productores, además de pensar en crecer, tienen que centrarse en establecer fuertes medidas de bioseguridad, ya que un sector porcino como el español, que depende en más del 50 % de las exportaciones, tiene la clave de su continuidad en extremar las medidas de bioseguridad.

¿Hacia donde deben ir las medidas de bioseguridad que menciona?

Por lo general, en las granjas de madres, los niveles de bioseguridad ya son altos, aunque hay que reforzarlos. Sin embargo, en los cebaderos aún hay mucho trabajo por hacer y se deben establecer medidas más fuertes. Por otro lado, también hay que extremar la precaución con las importaciones de ganado. Aunque pueda haber oportunidades económicas, como la oferta de lechones más baratos, todo lo que se importe debe hacerse extremando las garantías sanitarias.

En los últimos años, la actuación conjunta del sector, coordinada por la administración, ha sido muy importante para erradicar enfermedades endémicas. ¿Esta es la línea en la que hay que seguir trabajando?

Creo que una de las claves del éxito del sector porcino español es la colaboración entre las empresas, los ganaderos y la administración. También son importantes las organizaciones interprofesionales, como Interporc y Anprogapor, y sus buenas relaciones con la administración, puesto que, en parte, dichas asociaciones son las que marcan las pautas que debe seguir el sector. Por ejemplo, actualmente ambas partes ejercen una gran presión en todas las importaciones de lechones para que estas cumplan todos los controles sanitarios una vez que han llegado a territorio español. En lo referente a la PPA, también han marcado unas pautas estrictas y han colaborado estrechamente con la producción.

Precisamente este tema, el de la PPA, sigue siendo una de las mayores preocupaciones. ¿Cómo puede mantenerse alejado de ella el sector?

La PPA es una enfermedad de propagación lenta. Si exceptuamos el brote de Bélgica, que ya casi está controlado, la PPA se encuentra a 2.000 quilómetros de las fronteras españolas. Para frenar la enfermedad cabe extremar la precaución, pues la PPA no solo se transmite a través de los jabalís, sino que también lo hace a través de los movimientos de carne de cerdo y los movimientos de personas. Por ejemplo, hay familias que viajan a Rumanía, donde en 2019 se han detectado más de 1.500 focos de PPA, y vuelven con muchos embutidos para el autoconsumo. Este puede ser un factor de riesgo y debe controlarse.

2019 ha sido un año bueno para el sector porcino español. Foto: Rotecna.

Por otro lado, España figuraba como uno de los países que más uso hace de los antibióticos. ¿Esta tendencia se ha modificado en los últimos años?

El sector porcino español no era consciente de que era uno de los que realizaba un mayor consumo de antibióticos en ganadería de entre los países europeos. La manera de medir el consumo de antibióticos es a través de un informe que hace la ESVAC, y en estos informes aparecemos en una muy mala posición. El último, publicado en 2017, refleja que el consumo de antibióticos en España ha disminuido; sin embargo, seguimos siendo el tercer país europeo, por detrás de Chipre e Italia, que más antibióticos consume en ganadería. Los datos serán satisfactorios cuando se publique el informe referente al año 2018, fecha en que entró en vigor una norma que impedía el uso de más de un principio activo en cada premezcla medicamentosa vía pienso, lo que se ha traducido en una reducción espectacular del consumo de antibióticos.

¿Este elevado consumo de antibióticos puede afectar a la imagen del porcino español?

Los países exportadores, que son nuestros competidores directos en los mercados internacionales, han intentado crear una mala imagen del porcino español alegando que somos competitivos gracias a una mala praxis, como el uso excesivo de antibióticos. Nuestra responsabilidad es lavar esa mala imagen, y la mejor forma de hacerlo es mejorando espectacularmente nuestros resultados, y eso va a pasar a partir del informe de la ESVAC del 2018. También para lavar esa imagen, la Agencia Española del Medicamento elaboró un informe que remitió a la prensa para que se viesen los resultados que hubo con el Plan Voluntario de Reducción de la Colistina.

¿Qué resultados ha dado este plan?

A raíz de unas reuniones que mantuvo la administración, a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, con el sector porcino español, se firmó un acuerdo voluntario para la reducción del uso de la colistina. Los resultados fueron espectaculares, ya que ha habido una reducción de más de un 90 %. Estábamos a niveles de más de 50 miligramos de colistina por PCU (unidad de corrección de población) en 2015, y hemos bajado a menos de 2 miligramos/PCU en 2018.

¿El uso de los antibióticos y los retos sanitarios pueden influir en la percepción final del consumidor sobre la carne de cerdo?

Desde luego. Los consumidores suelen recibir malas noticias a través de internet. La idea que debemos vender es que la carne de cerdo nunca ha tenido tantas garantías sanitarias como las que tiene ahora. El consumidor español puede estar totalmente seguro de que la carne de cerdo producida en España está libre de residuos de antibióticos.

La gestión de los purines es un tema que sigue dando mucho de que hablar. ¿Qué acciones deben realizar los ganaderos para que la gestión sea respetuosa con el medio ambiente?

Los purines bien gestionados son un abono natural que reduce el uso de abonos químicos, pero mal gestionados son contaminantes. La sociedad nos va a pedir cada vez más responsabilidad en este tema. Desde el sector tenemos que ser responsables y establecer medidas encaminadas a reducir el impacto de su mala gestión, como las que ya han adoptado algunas comunidades que han impedido el crecimiento de granjas porque el índice de saturación de los purines es muy alto. En este sentido, el sector porcino español va a tener que responsabilizarse de su buena gestión.

¿Cuáles son los retos que debe afrontar el sector?

La sanidad es el principal reto. Es imprescindible que el sector porcino español esté a la cabeza de la sanidad mundial, y un aspecto muy importante de ello es la bioseguridad. Por otro lado, el crecimiento que experimente el sector debe ser responsable y sostenible, e incluir la corresponsabilidad medioambiental y el uso de antibióticos exclusivamente como tratamiento curativo. Por último, la puesta en marcha del clúster del porcino será un tema importante que nos ayudará a innovar en temas de alimentación, manejo y gestión, para seguir a la cabeza de la producción porcina mundial.

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