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L. J. Romero:

L. J. Romero: "La bioseguridad tiene que ser un modo de trabajo"

22 de marzo de 19 - Noticias

La implementación de las medidas de bioseguridad en las explotaciones es la clave para prevenir la entrada de enfermedades epizoóticas y evitar su difusión.

Durante los últimos meses, la bioseguridad se ha convertido en uno de los temas de mayor relevancia para el futuro del sector porcino. Con el fin de conocer el plan estratégico de bioseguridad en España, en esta edición del Informativo Porcino hablamos con Luis-José Romero González, Jefe del Área de Epidemiología en la Subdirección General de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

¿Por qué es tan importante la bioseguridad en el sector porcino?
Hay muchas amenazas que hacen que las explotaciones estén sometidas a un alto riesgo en relación con la entrada y difusión de enfermedades. Actualmente, la patología que está en el punto de mira es la peste porcina africana (PPA). Con la correcta aplicación de medidas de bioseguridad, mejoramos la eficacia de las vías de control sanitario de las explotaciones, que es la clave para prevenir la entrada de enfermedades epizoóticas y evitar su difusión. Por otro lado, una bioseguridad bien administrada mejora el bienestar animal y el estado sanitario general de las explotaciones, así como los niveles productivos y la producción, lo que se traduce en una mayor competitividad y rentabilidad. Otro de los resultados que se obtienen es la reducción del consumo de antibióticos, algo muy importante en la lucha contra la resistencia de antimicrobianos, uno de los problemas actuales en la ganadería.

¿Qué nivel de bioseguridad hay en España?

En términos generales, se puede decir que el nivel de bioseguridad porcina en España es bueno, habiéndose incrementado los niveles de bioseguridad en nuestras explotaciones durante los últimos años. Pero como es lógico, siempre puede ser mejorable y todos tenemos que seguir trabajando en ello.

¿Los ganaderos españoles están lo suficientemente concienciados?
En general creemos que sí, aunque es una pregunta que debería hacerse a los propios ganaderos. En España somos los cuartos productores mundiales en porcino y nos caracterizamos por ser un país exportador y altamente tecnificado, con empresas que emplean sistemas de trabajo modernos y cuentan con personal muy professional, para quienes la bioseguridad es fundamental. Por ello, se invierte mucho en esta práctica. Hay que tener en cuenta que el sector también está compuesto por otro segmento de explotaciones, en general medianas o pequeñas, en las que la bioseguridad es manifiestamente mejorable.

“En algunas granjas, la bioseguridad es manifiestamente mejorable”

¿Qué planes estratégicos se desarrollan en las granjas?

En 2016, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, junto con las comunidades autónomas, puso en marcha un Plan Estratégico de Bioseguridad en las granjas porcinas. Se basaba en encuestas que se elaboraron en las granjas de España y cuyos resultados se encuentran disponibles para su análisis en una gran base de datos. Estos cuestionarios incluían distintos criterios de valoración específicos para cada tipo de granja, distinguiendo entre explotaciones intensivas, extensivas o reducidas. Teniendo en cuenta la situación de PPA en Europa, este año se ha reforzado este Plan de Bioseguridad mediante la realización de una nueva encuesta en aquellas granjas que reciben cerdos procedentes de comercios intracomunitarios, así como en las que en la primera encuesta se detectó que incumplían determinados requisitos básicos. Estas granjas se someterán de nuevo a una evaluación, que se realizará antes de abril de este año. Por otro lado, el recientemente publicado Reglamento de Sanidad Animal de la UE contempla la bioseguridad como un punto prioritario de control en las explotaciones ganaderas. Es fundamental que cada granja tenga un plan estratégico propio de bioseguridad apropiado a sus particularidades y supervisado por su veterinario.

Las explotaciones deben cumplir con un correcto vallado perimetral. Foto: RotecnaPress.

 

¿Quiénes son los responsables de aplicar estas medidas?

Todas las personas relacionadas con la producción porcina. Para los ganaderos la bioseguridad tiene que ser un modo de trabajo, no una imposición, y en ningún caso tiene que verse como un coste, sino como una inversión. Por supuesto, el papel y la responsabilidad del veterinario de la explotación como asesor y controlador en materia de bioseguridad es muy importante. Por su parte, el veterinario oficial debe hacer los controles oficiales oportunos para cerciorarse que la legislación se cumple. Este es el sistema de corresponsabilidad que ha sido incluido en el borrador de Real Decreto de ordenación de porcino que esperamos esté aprobado este mismo año.

Finalmente, si comparamos España con otros países, ¿en qué punto nos situamos?
En cuanto a conocimiento de los niveles de bioseguridad, no hay ningún país en Europa que tenga un sistema de recogida de información sobre la aplicación de medidas de bioseguridad en las granjas como el que tenemos en España. Esto es posible gracias al Plan Estratégico, el cuál nos debe servir de base para mejorar los aspectos en los que podamos detectar mayor debilidad. Nuestro sector cuenta con los más avanzados sistemas de bioseguridad, al mismo nivel que el de los países más desarrollados. Aún así, con ayuda de nuestros ganaderos y veterinarios, debemos continuar mejorando la bioseguridad en aquellas explotaciones en las que se han detectado mayores carencias.

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